Con insultos de conventillo antes del encuentro, un gol de Fuertes y dos de Bertoglio, más una despedida dando lástima a golpe de puños, Boca tocó fondo como hace muchos años no pasaba.
Parece increíble pero es real. Si usted está en su casa, pone a hervir agua en una olla, al rato notará que empezarán los primeros hervores. Luego, la tapa empezará a ser levantada por el hervor y, más tarde, el agua caliente desbordará haciendo un enchaste en la cocina. Hoy por hoy, Boca está en la etapa donde usted se dio cuenta (tarde) de que su cocina es un enchastre y habrá que poner una olla y agua nueva.
El análisis futbolístico de esta derrota y otras anteriores, podría observarse desde mil lugares distintos pero, ya no tiene sentido. Porque, es muy evidente, que en Boca el problema no pasa por si son malos jugadores, regulares jugadores o excelentes jugadores pero desinflados anímicamente. No, acá el problema pasa por la cruda interna que se vive, día a día, en un plantel que ya no da para más. En relaciones desgastadas. En tipos que ya no pueden convivir ni con su propio ego. En una interna feroz por ver quién es el máximo ídolo de una institución que, día a día, pierde el prestigio logrado por estos mismos personajes. Ni jugadores, Cuerpo Técnico o Comisión Directiva pueden convivir más. La única solución para este Boca sería tirar una bomba y empezar de cero de nuevo.
¿Errores dirigenciales? Sí, muchísimos. Haber echado a Basile horas antes de empezar el torneo. No haber traído un D.T. de nivel para su reemplazo. Haberle dado la desagradable tarea de desperdiciar un campeonato en probar a todo un plantel para ver quién sirve y quién no a un pobre (porque a esta altura de las circunstancias no le cabe otro calificativo) Abel Álves que vive, sufre y muere por la camiseta de Boca y acabarlo como ídolo de Boca que alguna vez fue (al igual que al "Chino" Benítez). La no renovación de contratos hasta mitad de año para ver si los dirigentes se deciden por Palermistas o Riquelmistas. Para mantener en secreto dos o tres candidatos que serán los que, a mitad de año, vengan a refundar la gloriosa historia del club sabiendo que, si viene uno, se va el otro. Pensando después en los riesgos políticos que significarían la salida de uno de los máximos ídolos de la historia de Boca. Encima, a días de dar su respuesta, todo el mundo menos el Presidente del club, saben que la respuesta será negativa. Porque, el otro ídolo que está en Estados Unidos, no es ningún idiota para exponerse a ser el fusible y quedarse con la mochila de haber sido él quien echó a Riquelme. Muchos errores. Patearon la pelota para adelante y, al día de hoy, ya es una inmensa bola de nieve. A eso, hay que sumarle las internas dirigenciales. Los pro y los anti Bianchi, los pro y los anti macristas, los pro Palermistas y los pro Riquelmistas y así...
Lo malo de todo esto es que, en la cúpula más alta de ésta pirámide, no hay idea de nada.
¿Errores del Cuerpo técnico? Sí, muchos también. Haber agarrado este fierro caliente que es Boca. Haber creído que, porque la dirigencia les hizo un contrato intermedio entre interinato y D.T. profesional, iban a poder manejar estos monstruos (en el peor sentido de la palabra) que son los integrantes del plantel profesional. Haber cambiado 11 nombres todos los partidos. Haber borrado jugadores sin siquiera haberles dado una oportunidad o porque alguien los obligó a borrarlos (caso Abbondanzieri). Haberles arruinado la carrera a jóvenes que por miedo o por nerviosismo de debutar con la casaca de Boca, no rindieron en los primeros minutos y no darles un apoyo y un respaldo como si Álves o Saturno se hubiesen olvidado que alguna vez fueron jugadores o acaso nunca hayan necesitado de eso. Haber hablado muchas cosas de más. Decir a los cuatro vientos que para jugar en Boca hay que tener huevos, que sólo lo sacan muerto del puesto y, horas más tarde, expresar a grito pelado que la renuncia es inmediata. De hecho, ya es efectiva. Abel Álves no es más el técnico de Boca. Muchos errores por parte del Cuerpo Técnico también.
¿Errores en el plantel? Sí, los peores. Este plantel viene mal desde hace más de un año. Perdió el protagonismo que supo conseguir hasta hace unos años. Luego del arribo de Ischia, Boca empezó a decaer. El último campeonato logrado, se veía venir la debacle. Estos mismos jugadores se comieron a Ischia, se comieron a Basile y, también, se comieron a Abel Álves. ¿Cuánto hace que Boca juega mal? ¿Cuánto hace que Boca no gana un partido como debe ser? ¿Cuánto hace que Boca no pelea nada? ¿Acaso no les caía bien Ischia? ¿Basile tampoco? ¿Álves menos? ¿A quién quieren? ¿O el problema pasa porque no saben si el próximo torneo siguen en la institución o no? ¿O acaso el problema se basa en que si sigue el otro ídolo yo me voy y arréglense como puedan? ¿O acaso, cuando un jugador está mano a mano con el arquero, el que define es Basile, Ischia o Álves o el próximo que venga? ¿O el problema será que, como uno no va al mundial y el otro sí, no le pasamos más la pelota y que se joda en su récord y pierda protagonismo y quede en la lupa de todos para que digan: "Este así no puede ir al mundial"? ¿O será que el otro acepta ir al mundial no sólo porque es la última oportunidad que tiene sino porque, además, le clavaría un puñal por la espalda a su contrincante en el vestuario? ¿La culpa de que en los últimos 2 años hayan pasado más de diez defensores y ninguno haya rendido es acaso del Director Técnico o es que, en un principio eran un desastre y ahora lo confirman? ¿Hay jugadores que se pueden volver malos de la noche a la mañana o, simplemente, son unos traidores que juegan displicentemente para cavarle la fosa a un D.T. o una comisión directiva porque no les cae bien? ¿O acaso, justo se dio que contra River jugaron el partido de su vida y después perdieron asquerosamente contra rivales que pelean la promoción o están en descenso directo? ¿Quiénes son esos juveniles que ni siquiera han ganado un torneo de reserva para criticar decisiones de un cuerpo técnico y creer que, porque llegaron a la primera de Boca, se pueden llevar el mundo por delante?
Una vez más, en el medio de todo esto, estamos nosotros.
Muchos dirán que en todas estas líneas hay un poco de locura y delirio pero, esto es Boca, muchachos y todo es posible.
Eso sí, la única certeza para salir de todo este enchastre, es lavar la olla, volver a poner agua, ponerle apenas un poco de aceite para que convivan y no dejar que vuelva a hervir. Al menos, hasta que sea momento de echar los fideos.
Parece increíble pero es real. Si usted está en su casa, pone a hervir agua en una olla, al rato notará que empezarán los primeros hervores. Luego, la tapa empezará a ser levantada por el hervor y, más tarde, el agua caliente desbordará haciendo un enchaste en la cocina. Hoy por hoy, Boca está en la etapa donde usted se dio cuenta (tarde) de que su cocina es un enchastre y habrá que poner una olla y agua nueva.
El análisis futbolístico de esta derrota y otras anteriores, podría observarse desde mil lugares distintos pero, ya no tiene sentido. Porque, es muy evidente, que en Boca el problema no pasa por si son malos jugadores, regulares jugadores o excelentes jugadores pero desinflados anímicamente. No, acá el problema pasa por la cruda interna que se vive, día a día, en un plantel que ya no da para más. En relaciones desgastadas. En tipos que ya no pueden convivir ni con su propio ego. En una interna feroz por ver quién es el máximo ídolo de una institución que, día a día, pierde el prestigio logrado por estos mismos personajes. Ni jugadores, Cuerpo Técnico o Comisión Directiva pueden convivir más. La única solución para este Boca sería tirar una bomba y empezar de cero de nuevo.
¿Errores dirigenciales? Sí, muchísimos. Haber echado a Basile horas antes de empezar el torneo. No haber traído un D.T. de nivel para su reemplazo. Haberle dado la desagradable tarea de desperdiciar un campeonato en probar a todo un plantel para ver quién sirve y quién no a un pobre (porque a esta altura de las circunstancias no le cabe otro calificativo) Abel Álves que vive, sufre y muere por la camiseta de Boca y acabarlo como ídolo de Boca que alguna vez fue (al igual que al "Chino" Benítez). La no renovación de contratos hasta mitad de año para ver si los dirigentes se deciden por Palermistas o Riquelmistas. Para mantener en secreto dos o tres candidatos que serán los que, a mitad de año, vengan a refundar la gloriosa historia del club sabiendo que, si viene uno, se va el otro. Pensando después en los riesgos políticos que significarían la salida de uno de los máximos ídolos de la historia de Boca. Encima, a días de dar su respuesta, todo el mundo menos el Presidente del club, saben que la respuesta será negativa. Porque, el otro ídolo que está en Estados Unidos, no es ningún idiota para exponerse a ser el fusible y quedarse con la mochila de haber sido él quien echó a Riquelme. Muchos errores. Patearon la pelota para adelante y, al día de hoy, ya es una inmensa bola de nieve. A eso, hay que sumarle las internas dirigenciales. Los pro y los anti Bianchi, los pro y los anti macristas, los pro Palermistas y los pro Riquelmistas y así...
Lo malo de todo esto es que, en la cúpula más alta de ésta pirámide, no hay idea de nada.
¿Errores del Cuerpo técnico? Sí, muchos también. Haber agarrado este fierro caliente que es Boca. Haber creído que, porque la dirigencia les hizo un contrato intermedio entre interinato y D.T. profesional, iban a poder manejar estos monstruos (en el peor sentido de la palabra) que son los integrantes del plantel profesional. Haber cambiado 11 nombres todos los partidos. Haber borrado jugadores sin siquiera haberles dado una oportunidad o porque alguien los obligó a borrarlos (caso Abbondanzieri). Haberles arruinado la carrera a jóvenes que por miedo o por nerviosismo de debutar con la casaca de Boca, no rindieron en los primeros minutos y no darles un apoyo y un respaldo como si Álves o Saturno se hubiesen olvidado que alguna vez fueron jugadores o acaso nunca hayan necesitado de eso. Haber hablado muchas cosas de más. Decir a los cuatro vientos que para jugar en Boca hay que tener huevos, que sólo lo sacan muerto del puesto y, horas más tarde, expresar a grito pelado que la renuncia es inmediata. De hecho, ya es efectiva. Abel Álves no es más el técnico de Boca. Muchos errores por parte del Cuerpo Técnico también.
¿Errores en el plantel? Sí, los peores. Este plantel viene mal desde hace más de un año. Perdió el protagonismo que supo conseguir hasta hace unos años. Luego del arribo de Ischia, Boca empezó a decaer. El último campeonato logrado, se veía venir la debacle. Estos mismos jugadores se comieron a Ischia, se comieron a Basile y, también, se comieron a Abel Álves. ¿Cuánto hace que Boca juega mal? ¿Cuánto hace que Boca no gana un partido como debe ser? ¿Cuánto hace que Boca no pelea nada? ¿Acaso no les caía bien Ischia? ¿Basile tampoco? ¿Álves menos? ¿A quién quieren? ¿O el problema pasa porque no saben si el próximo torneo siguen en la institución o no? ¿O acaso el problema se basa en que si sigue el otro ídolo yo me voy y arréglense como puedan? ¿O acaso, cuando un jugador está mano a mano con el arquero, el que define es Basile, Ischia o Álves o el próximo que venga? ¿O el problema será que, como uno no va al mundial y el otro sí, no le pasamos más la pelota y que se joda en su récord y pierda protagonismo y quede en la lupa de todos para que digan: "Este así no puede ir al mundial"? ¿O será que el otro acepta ir al mundial no sólo porque es la última oportunidad que tiene sino porque, además, le clavaría un puñal por la espalda a su contrincante en el vestuario? ¿La culpa de que en los últimos 2 años hayan pasado más de diez defensores y ninguno haya rendido es acaso del Director Técnico o es que, en un principio eran un desastre y ahora lo confirman? ¿Hay jugadores que se pueden volver malos de la noche a la mañana o, simplemente, son unos traidores que juegan displicentemente para cavarle la fosa a un D.T. o una comisión directiva porque no les cae bien? ¿O acaso, justo se dio que contra River jugaron el partido de su vida y después perdieron asquerosamente contra rivales que pelean la promoción o están en descenso directo? ¿Quiénes son esos juveniles que ni siquiera han ganado un torneo de reserva para criticar decisiones de un cuerpo técnico y creer que, porque llegaron a la primera de Boca, se pueden llevar el mundo por delante?
Una vez más, en el medio de todo esto, estamos nosotros.
Muchos dirán que en todas estas líneas hay un poco de locura y delirio pero, esto es Boca, muchachos y todo es posible.
Eso sí, la única certeza para salir de todo este enchastre, es lavar la olla, volver a poner agua, ponerle apenas un poco de aceite para que convivan y no dejar que vuelva a hervir. Al menos, hasta que sea momento de echar los fideos.
FICHA DEL PARTIDO:
COLON: 3
1. Diego Pozo; 5. Ariel Garcé, 3. Salustiano Candía, 19. Nicolás Torres, 28. Maximiliano Caire; 18. Facundo Bertoglio, 22. Alejandro Capurro, 13. Germán Rivarola; 11. Ricardo Gómez; 10. Lucas Acosta, 20. Esteban Fuertes.
SUPLENTES:
Andrés Bailo, Marcelo Goux, Ismael Quilez, Iván Moreno y Fabianesi, Cristian Pellerano, Daniel Ríos, Jonathan Bauman.
D.T.: Antonio Mohamed.
BOCA JUNIORS: 0
31. Josué Ayala; 6. Ezequiel Muñoz, 33. Breyner Bonilla, 3. Claudio Morel Rodríguez, 18. Luciano Monzón; 21. Cristian Chávez, 34. Jesús J. Méndez, 22. Cristian Erbes; 19. Matías Giménez; 11. Federico Insúa, 9. Martín Palermo.
SUPLENTES:
Javier García, Luiz Alberto, Guillermo Marino, Nicolás Colazo, Sebastián Prediger, Pablo Mouche, Lucas Viatri.
D.T.: Abel Álves.
GOLES:
14' PT: Esteban Fuertes (Col).
34' PT: Facundo Bertoglio (Col).
6' ST: Facundo Bertoglio (Col).
CAMBIOS:
38' PT: Iván Moreno y Fabianesi x Ricardo Gómez (Col).
0' ST: Pablo Mouche x Matías Giménez (Boc).
20' ST: Nicolás Colazo x Jesús Méndez (Boc).
30' ST: Jonathan Bauman x Esteban Fuertes (Col).
31' ST: Guillermo Marino x Federico Insúa (Boc).
35' ST: Ismael Quilez x Lucas Acosta (Col).
AMONESTADOS:
2' PT: Esteban Fuertes (Col).
39' PT: Luciano Monzón (Boc).
17' ST: Jesús Méndez (Boc).
35' ST: Pablo Mouche (Boc).
EXPULSADOS:
43' ST: Breyner Bonilla (Boc).
ESTADIO: Colón.
ÁRBITRO: Patricio Loustau.
