miércoles, 4 de agosto de 2010

EL ADIOS A JOSE MARIA SILVERO



El pasado lunes 2 de agosto, el duro, expeditivo e impasable marcador central correntino José María Silvero, nos abandonó debido a una complicada afección pulmonar.

Nacido en Corrientes el 21 de septiembre de 1932, el pilar de la defensa Xeneize en la década del '60, dio sus primeros pasos por los clubes All Boys y Lipton, ambos de su provincia natal.

En 1952, pasó a Estudiantes de La Plata donde disputó 151 partidos en 10 temporadas como titular indiscutido convirtiendo sólamente 1 gol y obteniendo el ascenso a Primera División en 1954.

Luego, a punto de ser transferido a River Plate, a Silvero le apareció una oferta del club de la Ribera y, el Negro, no lo dudó y se decidió por la calle Brandsen.
Sin ningún gol con la azul y oro pero con 103 partidos en sus espaldas y más de 9.000 minutos disputados, José María Silvero se convirtió, junto a Roma, Marzolini, Simeone, Rattín, Menéndez, Rojas, Pianetti y Rojitas en uno de los jugadores clave del Boca de los '60 consiguiendo tres títulos (1962, 1964 y 1965). Ese Boca fue recordado por la gran defensa que tuvo y la poca cantidad de goles en contra que recibió.

Las casualidades de la vida, hicieron que debutara un 24 de junio de 1962 ante Gimnasia y Esgrima de La Plata, eterno rival del club que provenía. El resultado: victoria para el Xeneize por 1-0 con gol de penal de Paulo Valentim.

Su primera formación, comandada en ese entonces por José D'Amico, alistó a:

Errea; Simeone, Silvero, Orlando, Marzolini; Pizzutti, Da Silva, Menéndez; Nardiello, Valentim, Alberto González.

Ese año, Boca conseguirá uno de los títulos más recordados. En la anteúltima fecha, Boca y River disputaron el campeonato en La Bombonera. A los 15 minutos, Paulo Valentim puso a Boca en ventaja desde los doce pasos y, faltando pocos minutos para el final, Antonio Roma le detuvo un penal a Delem dándole, de esta manera, el título a la paricalidad local.

Titular indiscutido también en La Boca, Silvera disputó su último partido ante Banfield en el sur el 7 de agosto de 1966. El encuentro finalizó sin goles.

Esa tarde, bajo la conducción de Néstor "Pipo" Rossi, su última formación estuvo compuesta por:

Roma; Simeone, Silvero, Silveira, Marzolini; Angel Clemente Rojas, Rattín, Menotti; Pianetti, Menéndez, Alberto González.

Ese año, el Negro sufrió una rotura de ligamentos y decidió retirarse del fútbol.

Luego, comenzó su carrera como Director Técnico en Atlanta donde también intentó volver como jugador, pero no funcionó y prefirió seguir como entrenador donde desarrolló una extensa trayectoria.

En 1970, luego de pasar por Defensores de Cambaceres, volvió a Boca para dirigirlo dándole, ese mismo año, el título Nacional.

Luego dirigió a Colón de Santa Fe, Rosario Central, Estudiantes, Lanús (donde consiguió el ascenso a Primera en 1976), Temperley, Huracán de Corrientes y algunos clubes de ascenso.
En el extranjero, también dirigió a Club Sport Emelec de Ecuador, y Unión Española de Chile.

Flaco, fuerte, guapo hasta cuando entraba por el túnel, la llegada de Silvero a Boca vino para resurgir la dura figura del "Comisario" Collman, otro gran ídolo de Boca.

Sin dudas, uno de los grandes íconos en los renglones de esta hermosa historia Xeneize.