Boca aplastó, como en los viejos tiempos, a un River sin alma. De la mano de Riquelme y compañía, el Xeneize le dio una paliza a su eterno rival donde lo dejó al borde del Knock Out.
No había podido ser el domingo debido a la lluvia. Sin embargo, nadie podrá asegurar si esa historia hubiese sido mejor o peor que ésta que se contó el jueves.
Lo que nadie podrá negar es que con el 2-0 que le dio Boca a River, todos los Xeneizes quedaron contentos. No sólo poor el resultado, sino por el rendimiento del equipo.
Si bien al principio se estudiaron y ninguno quiso arriesgar, las actitudes de ambos eran bien diferenciadas. Boca iba a todas todas y River se defendía como podía. El visitante quiso, por momentos, dejarle la manija del partido a Gallardo; pero éste nunca pudo desempeñar ese papel.
En cambio, por el lado de Boca, la defensa se mostró sólida las pocas veces que intervino. El mediocampo, con un Jesús Méndez movedizo y un intratable Gary Medel, ganaron en ese sector y, de ahí en más, el equipo de Astrada no tuvo ideas para resolver un partido ante un rival que venía tan a los tumbos como ellos mismos.
Pero el peor enemigo que tenían los dos, como se venía viendo en todo el torneo, era su propio desempeño.
Boca y River saben que, de perder, las culpas son sólo de ellos.
Y a los 13 minutos, en una pelota parada, llegó el primer gol de Boca. Centro bajo de Riquelme, fugaz arremetida del chileno Medel, una defensa y un arquero que reaccionan tarde y victoria para Boca 1-0.
River apenas si intentó inquietar al club de la Ribera con un tiro libre mal ejecutado por Gallardo y un mano a mano de Funes Mori que desperdició rematando al cuerpo de Javier García.
Por el lado de Boca, alguna jugada de Riquelme y una tijera de Palermo, pero nada más.
Ya en el complemento, Boca salió a liquidarlo. Y lo logró. Tocó más la pelota, tuvo más volumen de juego y, en un desborde por izquierda de Monzón, centro atrás, Gaitán abre sus piernas para la llegada de Medel y el chileno remata en carrera clavándola en el ángulo superior derecho de Vega. 2-0 y fiesta en La Boca.
Después del segundo, Boca bajó el ritmo. Le dejó la pelota a River y apostó al contragolpe para liquidarlo, pero no dio para más.
Hubo momentos donde Boca tocaba para el "Ooooole" de las tribunas y disfrutar, después de tantos minutos sin buen fútbol, un poco de cargada al rival de siempre.
No había podido ser el domingo debido a la lluvia. Sin embargo, nadie podrá asegurar si esa historia hubiese sido mejor o peor que ésta que se contó el jueves.
Lo que nadie podrá negar es que con el 2-0 que le dio Boca a River, todos los Xeneizes quedaron contentos. No sólo poor el resultado, sino por el rendimiento del equipo.
Si bien al principio se estudiaron y ninguno quiso arriesgar, las actitudes de ambos eran bien diferenciadas. Boca iba a todas todas y River se defendía como podía. El visitante quiso, por momentos, dejarle la manija del partido a Gallardo; pero éste nunca pudo desempeñar ese papel.
En cambio, por el lado de Boca, la defensa se mostró sólida las pocas veces que intervino. El mediocampo, con un Jesús Méndez movedizo y un intratable Gary Medel, ganaron en ese sector y, de ahí en más, el equipo de Astrada no tuvo ideas para resolver un partido ante un rival que venía tan a los tumbos como ellos mismos.
Pero el peor enemigo que tenían los dos, como se venía viendo en todo el torneo, era su propio desempeño.
Boca y River saben que, de perder, las culpas son sólo de ellos.
Y a los 13 minutos, en una pelota parada, llegó el primer gol de Boca. Centro bajo de Riquelme, fugaz arremetida del chileno Medel, una defensa y un arquero que reaccionan tarde y victoria para Boca 1-0.
River apenas si intentó inquietar al club de la Ribera con un tiro libre mal ejecutado por Gallardo y un mano a mano de Funes Mori que desperdició rematando al cuerpo de Javier García.
Por el lado de Boca, alguna jugada de Riquelme y una tijera de Palermo, pero nada más.
Ya en el complemento, Boca salió a liquidarlo. Y lo logró. Tocó más la pelota, tuvo más volumen de juego y, en un desborde por izquierda de Monzón, centro atrás, Gaitán abre sus piernas para la llegada de Medel y el chileno remata en carrera clavándola en el ángulo superior derecho de Vega. 2-0 y fiesta en La Boca.
Después del segundo, Boca bajó el ritmo. Le dejó la pelota a River y apostó al contragolpe para liquidarlo, pero no dio para más.
Hubo momentos donde Boca tocaba para el "Ooooole" de las tribunas y disfrutar, después de tantos minutos sin buen fútbol, un poco de cargada al rival de siempre.
Una de las cosas a destacar, fue la actuación de Gary Medel. No es laprimera vez que se luce ante River y, por el tipo de jugador y personalidad que demuestra, no será la última. Corrió, metió, marcó, jugó en todos los sectores de la cancha y, como si eso fuera poco, convirtió los dos goles del triunfo. ¿La expulsión? Sólo un pequeño detalle.
Por otro lado, es cierto que el gol 219 de Martín se hace desear y, de haber convertido, habría desbordado la Bombonera. Sin embargo, esta vez ese capítulo en la vida del goleador quedará para otra ocasión.
Párrafo aparte, una vez más, para Juan Román Riquelme. Fácil, a un toque, con una simpleza para ver la jugada como muy pocos la tienen en el fútbol actual en todo el mundo. Con una elegancia y una sutileza que pocos pueden apreciar. A lo Riquelme.
¿Cosas buenas? La defensa y el medio campo. Ninguno de los dos titubearon. Cuando se podía salir jugando, se hacía. Y cuando no, se sacaba sin sutliezas.
¿Cosas malas? Algunas y otras tantas repetidas, como la actuación de Nico Gaitán que parece no querer explotar en Boca o la poca variante de sorpresa de Boca sin que participe Riquelme. Pero eso, lo dejaremos para otro momento. Hoy hay que disfrutar la vitoria ante River.
Ya pasó el superclásico, y con él, también pasó la primera mitad de este 2010. Hasta el próximo torneo no habrá meta importante para ninguno de los dos. Lo bueno es que el equipo de Álves se llevó los laureles de ganarle al archirival y, en consecuencia, afloja un poco la tensión que hay en el club entre los dirigentes, cuerpo técnico y jugadores.
FICHA DEL PARTIDO:
BOCA JUNIORS: 2
1. Javier García; 6. Ezequiel Muñoz, 33. Breyner Bonilla, 2. Luiz Alberto, 18. Luciano Monzón; 8. Gary Medel, 34. Jesús Méndez, 19. Matías Giménez; 10. Juan Román Riquelme; 28. Nicolás Gaitán, 9. Martín Palermo.
SUPLENTES:
Josué Ayala, Julio Barroso, Federico Insúa, Cristian Chávez, Cristian Erbes, Pablo Mouche, Lucas Viatri.
D.T.: Abel Álves.
RIVER PLATE: 0
1. Daniel Vega; 4. Paulo Ferrari, 2. Alexis Ferrero, 24. Gustavo Cabral, 13. Juan Díaz; 25. Matias Almeyda, 5. Oscar Ahumada, 8. Rodrigo Rojas; 11. Marcelo Gallardo; 9. Rogelio Funes Mori, 18. Gustavo Canales.
SUPLENTES: Juan Ojeda, Cristian Villagra, Nicolás Sánchez, Facundo Affranchino, Roberto Pereyra, Mauro Rosales, Daniel Villalva.
D.T.: Leonardo Astrada.
GOLES:
13' PT: Gary Medel (Boc).
3' ST: Gary Medel (Boc).
CAMBIOS:
8' ST: Facundo Affranchino x Oscar Ahumada (Riv).
8' ST: Roberto Pereyra x Rodrigo Rojas (Riv).
17' ST: Julio Barroso x Breyner Bonilla (Boc).
20' ST: Daniel Villalva x Paulo Ferrari (Riv).
26' ST: Cristian Chávez x Matías Giménez (Boc).
31' ST: Cristian Erbes x Nicolás Gaitán (Boc).
AMONESTADOS:
10' PT: Gary Medel (Boc).
12' PT: Oscar Ahumada (Riv).
26' PT: Breyner Bonilla (Boc).
7' ST: Jesús Méndez (Boc).
18' ST: Matias Almeyda (Riv).
EXPULSADOS:
30' ST: Gary Medel (Boc).
ESTADIO: Boca Juniors.
ÁRBITRO: Héctor Baldassi.